Un hueso roto, o fractura, es una lesión bastante significativa y traumática que requiere atención médica. Sin embargo, no siempre es posible conseguir primeros auxilios por parte de un profesional médico capacitado. Algunas situaciones podrían retrasar el cuidado médico por varias horas o hasta días. Incluso en países desarrollados, una persona se rompe en promedio 2 huesos a lo largo de su vida, lo que significa que no es una situación poco común. Por ello, es importante saber primeros auxilios para tratar huesos rotos en ti, tus familiares u otra persona que se encuentre en este tipo de emergencia.
1. Evalúa el área lesionada.
Si te encuentras en una situación de emergencia y no hay ningún personal médico capacitado cerca, debes evaluar la gravedad de la lesión. Una fractura grave puede hacer que el hueso sobresalga de la piel (fractura abierta), lo que a su vez llevaría a un sangrado abundante. Ten mucho cuidado de no mover demasiado el área al evaluar la lesión. Mover a una persona que se ha fracturado la columna o el cráneo es muy riesgoso si no se tiene capacitación médica y debe evitarse a toda costa.
2. Si la lesión es grave, pide ayuda de emergencia.
Una vez que hayas determinado que la lesión es grave y sospeches que se trata de una fractura, llama a un número de emergencia para que envíen una ambulancia con paramédicos tan pronto como puedas. Llama a los servicios de emergencia si observas lo siguiente: si la persona no responde, no respira, no se mueve o si el sangrado es abundante; si un mínimo de presión o de movimiento causa dolor; si la extremidad o la articulación parecen deformes; si el hueso ha perforado la piel; si las yemas de los dedos de los pies o de las manos se entumecen o se ponen azuladas; si sospechas que hay un hueso roto en el cuello, la cabeza o la espalda.
3. Proporciona RCP de ser necesario
Si la persona lesionada no respira y no encuentras el pulso en su muñeca o cuello, empieza a administrar la reanimación cardiopulmonar (si sabes hacerlo) antes de que la ambulancia llegue. El RCP consiste en despejar la vía respiratoria mediante un soplido en la boca, que llega hasta los pulmones, e intentar reiniciar los latidos del corazón haciendo presión en el pecho a un ritmo parejo. La falta de oxígeno por más de 5 a 7 minutos puede causar daño cerebral hasta cierto grado, así que cada segundo cuenta.
4. Inmoviliza el área de la fractura
Una vez que hayas estabilizado a la persona herida, si calculas que el tiempo de espera hasta que llegue el personal médico de emergencia será de 1 hora o más, será momento de inmovilizar el hueso roto. Dependiendo de la fractura, el mejor método de inmovilización es hacer un entablillado simple. Coloca un pedazo de cartón o plástico rígido, una rama o palo, una vara de metal o un periódico o revista enrollado a cada lado de la lesión para proporcionar apoyo al hueso. Asegura los soportes uniéndolos con una cinta, una cuerda, una soga, un cable, un tubo de jebe, un cinturón de cuero, una corbata, una bufanda u otro objeto similar. Recuerda dejar un poco de espacio para permitir el movimiento de las articulaciones adyacentes y no ajustes demasiado al momento de entablillar un hueso fracturado. Deja que haya una circulación apropiada.
5. Coloca hielo en la lesión
Después de inmovilizar el hueso roto, colócale algo frío (de preferencia, hielo) apenas puedas mientras esperas a que llegue la ambulancia. La terapia de frío tiene muchos beneficios, por ejemplo, entumecer el área para no sentir dolor, reducir la inflamación o hinchazón y reducir el sangrado mediante la presión a las arterias.[11] Si no tienes hielo a la mano, puedes utilizar una bolsa de gel refrigerante o de vegetales, pero asegúrate de envolverla con una tela delgada para evitar quemaduras por hielo o por frío.